Un dispositivo llamado espectrómetro fotoacústico para el diagnóstico temprano del daño renal que fue desarrollado por investigadores de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV).
Una de las principales complicaciones de la diabetes es el daño renal, que generalmente se detecta en etapas ya avanzadas de esta afección.
“Cuando hay daño renal, el riñón no puede filtrar la sangre y se empiezan a acumular desechos en el organismo y eso va dañando no nada más al riñón, sino a otros órganos. Los pacientes con daño renal pueden llegar a necesitar diálisis y entonces ya no pueden llevar una vida normal”,explicó la profesora de la Escuela Superior de Medicina, Guadalupe Cleva Villanueva López.
Para poder diagnosticar de forma temprana el daño renal un grupo multidisciplinario de investigadores politécnicos, desarrolla un espectrómetro fotoacústico, financiado por la Secretaría de Educación capitalina.
Al colocar una muestra de sangre, orina o plasma en este dispositivo, dependiendo de su composición, ésta absorbe la luz y luego la convierte en sonido que se refleja en una gráfica.
“Si la muestra absorbe más luz, se calienta más y esas variaciones de presión son mayores y lo que llegue al micrófono será con mayor intensidad, con mayor volumen en el sonido”,comentó el investigador del CINVESTAV, Alfredo Cruz Orea.
Los resultados se ingresan a un software que también desarrollaron con apoyo de estudiantes de la unidad profesional interdisciplinaria de biotecnología y que mediante un algoritmo matemático puede dar un pronóstico mucho más certero, que un estudio de laboratorio, sobre la probabilidad de desarrollar daño renal.
“Es decir, la escala Kdigo dice que hay un daño leve o que no hay daño todavía, cuando nosotros hemos observado que con este nuevo algoritmo y con este nuevo mesurado o este índice que se obtiene a través de espectroscopía fotoacústica se puede observar que el daño ya está presente y que inclusive ya está avanzado”,aclaró el profesor investigador de la Escuela Superior de Medicina, César Antonio González Díaz.
Si en una muestra de orina se encuentra una cantidad elevada de hemoglobina o de albúmina, que es la principal proteína de la sangre, significa que ya hay daño renal.
El objetivo es reducir las dimensiones del dispositivo hasta dejarlo del tamaño de un glucómetro.
“Para ver en qué longitudes de onda, en qué color son característicos en estas moléculas que me indicarían algún daño, tal vez, renal para ver en ciertos colores que son característicos y ya enfocarnos con láseres diodo en ese color, rojo, azul o verde para hacer este dispositivo mucho más pequeño”,aseveró el investigador del CINVESTAV, Alfredo Cruz Orea.
La investigación se encuentra ya en fase clínica, es decir en pruebas con pacientes humanos, pero se busca ampliar la muestra.
“En total 200 pacientes. Pues al menos 500 pacientes”,resaltó la estudiante del doctorado del IPN, Lilia Ivonne Olvera Cano.
Se espera que el software, que será libre, esté disponible en el primer semestre del próximo año y el dispositivo tardará al menos un año más.
FUENTE: oncenoticias