Dentro de un contexto educativo, la salud mental determina en alto grado la calidad de vida de los estudiantes y su bienestar tanto académico como emocional a partir de una actitud positiva. Es así como, desde un ambiente educativo es fundamental el aprendizaje individual y colectivo de los estudiantes como el centro de todas las actividades de la vida universitaria, en donde los jóvenes tienen presente la buena actitud de querer aprender a lo largo de la vida para construir su propio proyecto personal y profesional, siendo este uno de los fines claves de la enseñanza universitaria en las condiciones cambiantes de la actual sociedad.
Es en este proceso de cambio en el que se busca salvaguardar la salud de mental de los estudiantes, que se fundamentan las nuevas propuestas que suponen cambios en la cultura, en la participación, el diálogo y el compromiso entre docentes, estudiantes y directivos de las universidades o instituciones de educación superior – IES, para fomentar un hábito de vida saludable y equilibrado entre los deberes como estudiante y el goce de esta etapa universitaria.
Según un estudio realizado por el Semillero de Investigación Factores de Riesgo y Salud en Psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana, denominado “Cuidando la Salud Mental de los Estudiantes Universitarios durante la Pandemia de Covid-19”, se encontró que la población universitaria es especialmente vulnerable a variables psicológicas como el estrés, la ansiedad y la depresión, lo cual afecta sus áreas del funcionamiento, desarrollo personal y desempeño académico y que en medio de situaciones coyunturales como la pandemia, se ha podido evidenciar, que estas variables se agudizaron en la población y que los estudiantes universitarios están presentando mayor vulnerabilidad a sufrir estos síntomas durante los diferentes periodos de confinamiento, que los han llevado a cambiar drásticamente las rutinas de estudio que normalmente tenían.
A partir de la actual situación que los jóvenes universitarios viven en sus espacios educativos y sus rutinas de estudio, es que partimos del concepto de bienestar psicológico para poder postular diversas alternativas que las universidades o IES pueden optar para fomentar una correcta salud mental en sus estudiantes y cómo ellos mismos siendo sujetos sociales pueden aportar en este proceso. Pero entonces, ¿en qué consiste este concepto de bienestar psicológico?
Según la psicóloga Carol Ryff, experta en el estudio del bienestar psicológico y la resiliencia psicológica, el bienestar psicológico está formado por la presencia de diferentes aspectos o dimensiones en la vida de la persona. Estas dimensiones son:
- La autoaceptación: Se trata de sentirnos bien con nosotros mismos incluso siendo conscientes de nuestras propias limitaciones.
- Relaciones positivas con otras personas: Las personas necesitamos relacionarnos socialmente y tener amigos en los que podamos confiar, por ello la capacidad de amar es un componente fundamental del bienestar y también de la salud mental.
- La autonomía: las personas que poseen esta cualidad tienen la capacidad de resistir mejor la presión social y auto-regulan mejor su comportamiento.
- Dominio del entorno: es contar con la habilidad para elegir entornos favorables que satisfagan nuestras necesidades y deseos. Esto les permite tener la seguridad de influir en su entorno.
- Tener un propósito de vida: aporta a poder cumplir las metas y objetivos propuestos.
- Crecimiento personal: permite que la persona sea perseverante para desarrollar sus propias potencialidades y seguir creciendo.
Dichas dimensiones no solo están presentes en todas las facetas de la vida de las personas, sino que también pueden verse inmersas en las rutinas y relaciones de la vida académica de los estudiantes desde la mejora en su rendimiento académico, permitiendo que disminuyan los niveles de agotamiento y aumentando factores como la eficiencia, dedicación, satisfacción y felicidad relacionada con los estudios. Así pues, es importante mantenerse positivo psicológicamente para que esto revierta también en su éxito académico.
En este sentido, las universidades o IES deberían preocuparse por trasmitir cada vez más hábitos saludables que promuevan el bienestar de su comunidad; Pues una institución educativa saludable ha de ser un entorno que proteja y favorezca la salud, promoviendo conocimientos y habilidades orientados a que sus estudiantes y colaboradores adopten buenos estilos de vida, proporcionando las infraestructuras y espacios necesarios de actividades culturales, deportivas o recreativas que favorezcan la socialización y espacios óptimos de ocio que vayan de la mano con las estructuras curriculares de sus respectivos programas.
Otro de los mecanismos por los que se puede optar, es la realización de campañas de sensibilización y actividades que reduzcan el estigma asociado a los problemas de salud mental, pues estos prejuicios contribuyen a reforzar las barreras en la búsqueda de ayuda y en el uso de los servicios de salud estudiantiles, de igual forma puede trabajarse en la detección temprana de casos críticos, a partir de la disposición al personal universitario (académicos, docentes, personal de seguridad) de información pertinente en materia de identificación de signos iniciales de problemas de salud mental y detección de conductas de riesgo que sea clara, veraz, concisa y apoyada por profesionales de la salud mental.
Otro aspecto en el que pueden avanzar, es focalizar más las intervenciones presenciales o cara a cara como por ejemplo, técnicas de relajación, manejo del estrés, entrenamiento de habilidades socio-emocionales, mejora de la autopercepción, psicoterapia, *mindfulness, mediante intervenciones basadas en tecnología digital (plataformas web o apps que permiten realizar autoevaluaciones y apoyar el trabajo presencial con profesionales de la salud), un lenguaje indispensable para relacionarse con los jóvenes de hoy.
Las universidades actualmente tienen el desafío y la oportunidad de implementar programas que permitan posibilitar la formación académica con el bienestar de sus estudiantes, avanzando en el diseño de intervenciones adaptadas a la realidad local que vive su comunidad.
FUENTE: https://www.unitec.edu.co/posts/que-pueden-hacer-las-universidades-frente-la-salud-mental-de-los-estudiantes